La comunicación animal abre el camino hacia una escucha más profunda y una relación más enriquecida con tu compañero de vida. Permite conectar con él de una manera más consciente, respetuosa y auténtica, ya sea un perro, un gato, un caballo o cualquier otro ser sensible.
Este enfoque se basa en el uso de la telepatía, la intuición y la compasión para captar los mensajes sutiles que el animal desea transmitir. Favorece la comprensión de sus emociones, de sus necesidades y de su experiencia interior, contribuyendo así a su bienestar global, tanto físico como emocional.
Más allá del intercambio, esta comunicación revela la riqueza del vínculo que nos une a los animales. Todos los que viven en su presencia saben que son mensajeros silenciosos de una verdad simple y poderosa: la del Amor incondicional, ofrecido sin juicio, sin expectativas, con una fidelidad y una sabiduría poco comunes.
— MAHATMA GHANDI
«La grandeza de una nación y su progreso moral pueden juzgarse por la forma en que trata a los animales.»
Objetivos
- Comprender las necesidades profundas del animal (emocionales, físicas, psíquicas).
- Ayudar a resolver comportamientos problemáticos o bloqueos.
- Acompañar al animal en el final de su vida o después de un trauma.
- Fortalecer la relación humano-animal en el respeto mutuo y la benevolencia.
- Comprender mejor su papel espiritual o simbólico en la vida de su humano (ej.: animal guía, espejo emocional).
El desarrollo de una sesión
Antes de nuestra cita, te invito a preparar las preguntas que quieras hacerle a tu animal. Otras preguntas pueden surgir de manera natural durante la sesión.
El día de la consulta, te llamo a la hora acordada. La comunicación comienza en tu presencia, ya sea en directo o a distancia. Me conecto con la energía y la personalidad de tu animal y te describo lo que percibo (comportamiento, rasgos de carácter). Esto permite confirmar que efectivamente estoy en conexión con él.
Luego le transmito tus preguntas. Las respuestas se manifiestan en forma de imágenes, sensaciones físicas o palabras. A veces revelan vínculos con la historia de vida del animal, o con otros miembros del hogar, humanos o animales.
Si percibo un problema de salud que pudiera interferir en la comunicación, te propongo una sesión de sanación energética. Si el problema de salud parece mayor, te recomiendo consultar a un veterinario. La comunicación es un complemento valioso, pero a veces no reemplaza la opinión médica.
Finalmente, estudiamos juntos las respuestas recibidas y ponemos en marcha acciones concretas para mejorar el bienestar de tu animal y la armonía en su entorno. Los resultados suelen ser rápidos y significativos.
Información que necesito (un día antes de la cita)
- El nombre del animal
- Su edad (aproximada)
- Solamente Una foto de su cara y otra de su cuerpo entero
- La composición de los miembros de la familia humana y animal, con sus nombres
- Una breve descripción del problema
Una sesión dura aproximadamente 1 hora. Si es necesario, incluyo un seguimiento para asegurarme de que el trabajo se haya integrado y, si hace falta, reafirmar la información o la sanación realizada en la primera sesión.
El bienestar de tu animal
Puedo aconsejarte sobre: su alimentación, sus gustos, su comportamiento en general, sus relaciones con otros animales de la familia y su misión a tu lado si es el caso.
Terapias energéticas
A veces una sanación energética es necesaria. Gracias a mi capacidad intuitiva y a una lectura fina de su estructura energética, intervengo para armonizar lo que pueda estar perturbado: dolores físicos, choques emocionales, comportamientos inusuales, fatiga inexplicada.
Actuando en este nivel sutil, facilito un retorno al equilibrio, una relajación profunda y una apertura hacia la sanación. A veces intervienen mis animales Tótem o mis guías.
Cuando tu animal ha cruzado el puente del arcoíris
Tener la posibilidad de comunicarte con un animal que ha fallecido puede ser un gran apoyo. Ayuda a comprender mejor las razones de su partida y, al mismo tiempo, a recibir una luz sobre el sentido de su transición en un nivel más espiritual.
Estos mensajes sutiles pero poderosos suelen traer alivio frente a dudas, culpas, remordimientos o preguntas sin respuesta.
Este tipo de comunicación ofrece un verdadero acompañamiento al humano en su proceso de duelo, una manera suave y respetuosa de honrar el vínculo único que existió y que, de otra forma, aún permanece.
« No tenemos dos corazones, uno para los animales y otro para los humanos. Tenemos un corazón, o no lo tenemos.»
-Lamartine
